El apoderado debe demostrar un fuerte compromiso con la educación de su hijo/a, participando activamente en la vida escolar y apoyando el proceso educativo en casa.
Mantener una comunicación abierta y efectiva con los profesores y el personal escolar para estar informado sobre el progreso y las necesidades del estudiante.
Asumir la responsabilidad de cumplir con las obligaciones escolares, como asistir a reuniones y eventos, y apoyar en la resolución de problemas que puedan surgir.
Brindar apoyo emocional al estudiante, fomentando un ambiente positivo en el hogar que favorezca su bienestar y desarrollo integral.
Colaborar con la escuela en la implementación de estrategias educativas y participar en actividades escolares que promuevan el desarrollo de la comunidad escolar.